domingo, 1 de agosto de 2010

Mis palabras huyen de mí

No han bastado estos meses. Últimamente no han sido suficientes ni me hacen justicia. No quieren salir de mi. Por más que he tratado no las convenzo. No se dejan seducir. Son rejegas y caprichosas. Son un poco como yo. Pero más tercas. Creo que están asustadas porque fueron escuchadas y leídas sin recibir respuesta alguna. Ellas se han preguntado tantas cosas como yo. Y han decidido permanecer adentro de mí, sin decirme cuando saldrán de nuevo. Cuando se dejarán sonsacar por la inspiración. Cuando se sonrojarán otra vez. Cuando le sonreirán de nuevo a la música. Juegan conmigo, tan caprichosas ellas como siempre. Me tienden trampas y yo caigo. Y cuando quiero consentirlas, me hacen el desaire. Alguna vez pensé "ni quien las quiera". Pero hoy me hacen falta. Porque me hace falta decir, describir y definir mi historia. Historia que sigo escribiendo, historia que necesita continuidad. Historia que creo es necesario plasmar en ideas concretas, en mi aprendizaje personal.
Oh si pudiera capturarlas... las persigo y no se dejan alcanzar. Las celo y aún así no importa. Me evaden. Me evaden sutilmente. Y a veces no tan sutilmente.
Vamos, alguna vez se dejarán escribir... otra vez?