Escribiendo de noche
sábado, 30 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
¿quien es ella? ¿qué pasó? ¿porqué?
No reconozco este reflejo. Y mis ojos no miran de la misma forma. ¿Quien es ella? ¿Qué sucedió? ¿Porqué? Estoy tratando de comprenderlo.
Todo pasó tan rápido, pero tan lento a la vez. Nunca pensé que me pasaría a mí. Nunca pensé que mi miedo se personalizaría. Que sería tan real como unas manos asfixiándome, intentando silenciar mi grito de auxilio. Que tomaría forma de puños golpeando mi rostro una y otra vez.
Sí, mi drama personal. Mi condición de mujer. Mis miedos. Mi circunstancia. Lo escribo porque necesito entenderlo. Porque no puedo dejar de pensar en ello. Ya no veo las cosas de la misma manera. Ya no puedo. Ya no entiendo de la misma forma. Y lo que antes me era lejano, ahora no lo es más. Sin embargo, hoy más que nunca se, adentro de mi ser sé que Él me salvó. En medio de esa oscuridad, en esa noche tan amarga y oscura. En medio de esta vida tan frágil y tan efímera, que intentamos adornar con cosas tangibles y medibles. En medio de los paradigmas basados en números, en cálculos, en cuentas bancarias, en el porte intelectualoide, en la belleza del cuerpo, en la riqueza material. En medio de todo tuvo a bien salvarme de mi miedo personalizado y real.
Es que ya no puedo ser la misma. Es que ya no quiero tampoco. Es que cuando crees morirte y no sucede, sino que vives no puedes volver a ser la misma. A veces pienso que todo fue un sueño. Toco mi cara, me veo al espejo, siento mi pómulo hinchado y me convenzo que fue real. No estoy enojada. Quiero que ellos un día entiendan que el camino del mal, paga mal.
¿Quien es ella? Ella soy yo. Pero diferente. Ella tiene vida comprada por sangre. Ella es amada. Ella tiene una segunda oportunidad. Ella quiere llorar mucho, de agradecimiento, pero no puede porque el doctor le recomendó no hacerlo. Al menos no por ahora. Ella va a renunciar a algo que le duele. Ella, redimida. Ella entiende a las otras. Ella está perdiendo el miedo. Ella busca. Ella se dejó amar por Él.
¿Qué sucedió? La robaron. La maltrataron. La quisieron asustar. La quisieron matar. Pero Él la salvó. Y desde entonces ella no es la misma.
¿Porqué? Porque su misericordia es nueva cada mañana. Porque ella tiene un destino. Nadie puede decirle que no. Tendrían que vivirlo para saber, pero eso es lo que menos desea. Que alguna vez lo sepan.
No, nunca lo sepan.
Todo pasó tan rápido, pero tan lento a la vez. Nunca pensé que me pasaría a mí. Nunca pensé que mi miedo se personalizaría. Que sería tan real como unas manos asfixiándome, intentando silenciar mi grito de auxilio. Que tomaría forma de puños golpeando mi rostro una y otra vez.
Sí, mi drama personal. Mi condición de mujer. Mis miedos. Mi circunstancia. Lo escribo porque necesito entenderlo. Porque no puedo dejar de pensar en ello. Ya no veo las cosas de la misma manera. Ya no puedo. Ya no entiendo de la misma forma. Y lo que antes me era lejano, ahora no lo es más. Sin embargo, hoy más que nunca se, adentro de mi ser sé que Él me salvó. En medio de esa oscuridad, en esa noche tan amarga y oscura. En medio de esta vida tan frágil y tan efímera, que intentamos adornar con cosas tangibles y medibles. En medio de los paradigmas basados en números, en cálculos, en cuentas bancarias, en el porte intelectualoide, en la belleza del cuerpo, en la riqueza material. En medio de todo tuvo a bien salvarme de mi miedo personalizado y real.
Es que ya no puedo ser la misma. Es que ya no quiero tampoco. Es que cuando crees morirte y no sucede, sino que vives no puedes volver a ser la misma. A veces pienso que todo fue un sueño. Toco mi cara, me veo al espejo, siento mi pómulo hinchado y me convenzo que fue real. No estoy enojada. Quiero que ellos un día entiendan que el camino del mal, paga mal.
¿Quien es ella? Ella soy yo. Pero diferente. Ella tiene vida comprada por sangre. Ella es amada. Ella tiene una segunda oportunidad. Ella quiere llorar mucho, de agradecimiento, pero no puede porque el doctor le recomendó no hacerlo. Al menos no por ahora. Ella va a renunciar a algo que le duele. Ella, redimida. Ella entiende a las otras. Ella está perdiendo el miedo. Ella busca. Ella se dejó amar por Él.
¿Qué sucedió? La robaron. La maltrataron. La quisieron asustar. La quisieron matar. Pero Él la salvó. Y desde entonces ella no es la misma.
¿Porqué? Porque su misericordia es nueva cada mañana. Porque ella tiene un destino. Nadie puede decirle que no. Tendrían que vivirlo para saber, pero eso es lo que menos desea. Que alguna vez lo sepan.
No, nunca lo sepan.
sábado, 2 de abril de 2011
Huele a ti.
Huele a pan y a chocolate.
Huele a flores también.
Huele a la confianza que siento al regresar.
Huele a conocido.
Huele también a mantequilla.
Si pudiera describir el aroma de tu sonrisa cálida que me brindas cada vez que te vuelvo a ver, olería a todo eso junto.
Pero tu hueles a eso y a más. Y nunca te olvido, estás presente en mis aromas. Y en los sabores de cosas nuevas. Y de todo lo viejo también
Te huelo siempre.
Te amo siempre.
Huele a flores también.
Huele a la confianza que siento al regresar.
Huele a conocido.
Huele también a mantequilla.
Si pudiera describir el aroma de tu sonrisa cálida que me brindas cada vez que te vuelvo a ver, olería a todo eso junto.
Pero tu hueles a eso y a más. Y nunca te olvido, estás presente en mis aromas. Y en los sabores de cosas nuevas. Y de todo lo viejo también
Te huelo siempre.
Te amo siempre.
domingo, 27 de marzo de 2011
Renunciarte
Mi mente ya renunció a ti y mi corazón no.
Mis afectos siguen tus aromas.
Te distingo entre miles. Y te siento aunque no estés.
Locura es la definición. No puedo explicar de otra forma
esta condición mía de amarte y odiarte, de avanzarte y detenerme.
Porque si te quiero, moriré.Y si te odio, me vuelvo vieja.
Y estas batallas mías, son lo que son. Mi guerra sigue adelante.
Guerrearé porque sé que en algún momento vendrá la claridad.
Te venceré, de algún modo te venceré.
Te extraño los domingos y los lunes te detesto.
Amor, vete.
domingo, 13 de marzo de 2011
Perder
La pérdida sólo la entienden los que han perdido.
Te entiendo.
Un abrazo desde el fondo de mi corazón.
Te entiendo.
Un abrazo desde el fondo de mi corazón.
martes, 8 de marzo de 2011
Cuando no te importa
Cuando no te importa te vuelves cruel. Y eres capaz de mirar a los ojos del que sufre, sin dolerte.
Cuando no te importa te vuelves sordo. Y los audífonos te protegen de la realidad cuando caminas por la calle. Claxon, sirenas, maldición, ya es tarde.
Cuando no te importa te vuelves ciego. La belleza que va más allá de unas piernas hermosas, Una cintura envidiable es invisible para ti.
Cuando no te importa te vuelves pasivo. Y dejas de soñar con lo mejor, para acostumbrarte a lo que diariamente ignoras.
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