No reconozco este reflejo. Y mis ojos no miran de la misma forma. ¿Quien es ella? ¿Qué sucedió? ¿Porqué? Estoy tratando de comprenderlo.
Todo pasó tan rápido, pero tan lento a la vez. Nunca pensé que me pasaría a mí. Nunca pensé que mi miedo se personalizaría. Que sería tan real como unas manos asfixiándome, intentando silenciar mi grito de auxilio. Que tomaría forma de puños golpeando mi rostro una y otra vez.
Sí, mi drama personal. Mi condición de mujer. Mis miedos. Mi circunstancia. Lo escribo porque necesito entenderlo. Porque no puedo dejar de pensar en ello. Ya no veo las cosas de la misma manera. Ya no puedo. Ya no entiendo de la misma forma. Y lo que antes me era lejano, ahora no lo es más. Sin embargo, hoy más que nunca se, adentro de mi ser sé que Él me salvó. En medio de esa oscuridad, en esa noche tan amarga y oscura. En medio de esta vida tan frágil y tan efímera, que intentamos adornar con cosas tangibles y medibles. En medio de los paradigmas basados en números, en cálculos, en cuentas bancarias, en el porte intelectualoide, en la belleza del cuerpo, en la riqueza material. En medio de todo tuvo a bien salvarme de mi miedo personalizado y real.
Es que ya no puedo ser la misma. Es que ya no quiero tampoco. Es que cuando crees morirte y no sucede, sino que vives no puedes volver a ser la misma. A veces pienso que todo fue un sueño. Toco mi cara, me veo al espejo, siento mi pómulo hinchado y me convenzo que fue real. No estoy enojada. Quiero que ellos un día entiendan que el camino del mal, paga mal.
¿Quien es ella? Ella soy yo. Pero diferente. Ella tiene vida comprada por sangre. Ella es amada. Ella tiene una segunda oportunidad. Ella quiere llorar mucho, de agradecimiento, pero no puede porque el doctor le recomendó no hacerlo. Al menos no por ahora. Ella va a renunciar a algo que le duele. Ella, redimida. Ella entiende a las otras. Ella está perdiendo el miedo. Ella busca. Ella se dejó amar por Él.
¿Qué sucedió? La robaron. La maltrataron. La quisieron asustar. La quisieron matar. Pero Él la salvó. Y desde entonces ella no es la misma.
¿Porqué? Porque su misericordia es nueva cada mañana. Porque ella tiene un destino. Nadie puede decirle que no. Tendrían que vivirlo para saber, pero eso es lo que menos desea. Que alguna vez lo sepan.
No, nunca lo sepan.
Gabitina, sigo diciendo y esto lo reafirma que eres grande, y que tu tiempo en esta tierra no podía terminar en esos momentos ni de esa manera porque tienes una tarea muy importante por cumplir todavía.
ResponderEliminarAgradezco infinitamente y ahora más que nunca el que Dios haya permitido que nuestros caminos se cruzaran, pero más allá de eso, que nos permitiera forjar una bella amistad que con el paso de ya casi 10 años se ha ido reforzando y enriqueciendo cada día.
Gracias por ser un ejemplo de vida y de fortaleza, pero sobretodo de fe. Muchas veces la gente pensamos diferente, tenemos creencias diferentes, pero estas situaciones son las que hacen revalorar nuestros valores y fe y reafirmar la grandeza de Dios que te mantiene con nosotros.
Estoy muy contenta que haya Gaby para rato.
Te quiero mucho amiga,
Ahora lo vuelva a leer y puedo escribir despuès de haber llorado, despuès de volver a recordar, ahora que puedo verlo a la distancia y no me atemoriza mas, despues de que a pesar de seguir sintiendo la impotencia y la frustraciòn... Ahora puedo decir lo mismo que dije en aquel tiempo pero que hoy lo puedo escribir, tenemos un Dios maravilloso que alcanza el tiempo el lugar y la ocasiòn que nosotros no alcanzamos. Gracias por su omnipresencia, gracias a El por salvarte y por dejar que nosotros tu familia y tus amigos e incluso este mundo a veces cruel pueda conservar la dulzura no solo de tu nombre sino de tu ser, la inteligencia que con suavidad, ternura y contundencia manifiestas a travès de tus letras y de todo lo que haces.
ResponderEliminarTe quiero tanto, cada vez que te oigo o cada vez que te miro sè que es un milagro de Dios poder hacerlo y gracias a El ocurre cada acontecimiento entre nosotras.
Vivimos en su aliento, porque El nos da la oportunidad de continuar cuando respiramos con El en el dolor, cuando soportamos la injusticia y esperamos que El sea nuestro vengador, cuando soportamos el dolor y lo atravesamos para llegar a la madurez, cuando en medio de nuestro momento mas negro cerramos los ojos y sin gritos (ya sea porque manos abusivas nos los impiden o porque el llanto los ahoga) clamamos a El sin palabras audibles y ponemos a hablar a nuestro corazòn y pedimos ¡¡¡SALVAME SEÑOR!!!
Gaby, mi hermana preciosa ¿Quièn eres, què pasò y Por què? tu lo sabes bien, eres una mujer especialmente amada y cuidada por Dios, lo que pasò y por què son solo una pequeña muestra de que Dios puede sacar de todo lo malo y horrible que eso fue cosas buenas y personas mejores. Te amo. GRACIAS DIOS POR DEJARNOS A GABY MAS TIEMPO.
Lo que pasò lo sufrimos muchisimo en su momento, pero lo que ha pasado despuès lo hemos disfrutado mucho, mucho mucho màs.